Israel Celis 
El paciente, una serie de suspenso psicológico y drama disponible en la plataforma de streaming de Star+, sigue la historia de Alan Strauss, un terapeuta que termina siendo prisionero de uno de sus pacientes: Sam, quien padece de un trastorno bastante complejo de sociopatía, un hombre al que le cuesta frenar sus impulsos homicidas. Su historia comienza con los hechos anteriores al secuestro del terapeuta y nos lleva poco a poco a un mundo donde queda en evidencia que en los humanos hay rincones oscuros, oscuros y peligrosos.
La serie que cuenta con apenas ocho capítulos desarrolla la historia íntima tanto del terapeuta, interpretado por el camaleónico Steve Carell (The Office, 2005 y Virgen a los 40, 2005) como de El paciente, un hombre que aparenta ser uno más del montón, pero que por dentro esconde una necesidad de cometer crímenes, especialmente asesinatos. Sam es interpretado por Domhnall Gleeson (Ex-máquina, 2014) y su papel te pone los nervios de punta, la impredecibilidad de sus actos.
Aquí en Plumbagos te hablaremos un poco más de El paciente, una perturbadora serie de crimen y suspenso.
1.- La mentira de El paciente
La relación entre Alan Strauss y Sam, terapeuta y paciente respectivamente, comienza como lo haría cualquier profesional de la salud mental y un paciente perturbado en algún modo. Alan Strauss se percata de que Sam tiene serios problemas, pero su indulgencia lo hace caer en la farsa de su paciente, quien solo estaba “tanteando el terreno” para poder decidir si el Dr. Strauss es el indicado para ayudarlo con su problema: impulsos homicidas.
Para ello, hábilmente Sam logra engañar al Dr. Strauss, quien termina convencido de que realmente Sam tiene intenciones de cambiar ciertos aspectos de su comportamiento. El paciente es un sociópata y sabe cómo manipular a las personas para conseguir lo que quiera, en este caso la confianza del Dr. Strauss termina defraudada porque El paciente termina secuestrando a su terapeuta. Pero Sam no solo es un mentiroso compulsivo con Alan Strauss, sino que miente a todo el mundo para dejar en claro que su vida es común y corriente y que no se le relacione con el asesino serial que recorre las calles de la ciudad.
2.- Impulsos homicidas
No solo Sam tiene impulsos homicidas. El paciente nos deja en claro que la naturaleza humana puede llegar a ser extremadamente violenta cuando las cosas parecen complicarse. Sam sufre diversos traumas causados por ser criado por un padre violento que abusaba de él constantemente cuando era niño. La violencia estuvo siempre presente en su vida y ahora que es un adulto esos impulsos de violencia han germinado.
Alan Strauss es secuestrado por Sam para ayudarle a superar esos impulsos homicidas, pero queda en claro que Sam no tiene cura, solo el confinamiento físico para que evite seguir estrangulando a sus potenciales víctimas. Pero eventualmente, después de varios días de confinamiento involuntario, Alan Strauss despierta un sentimiento homicida hacia su captor. Sueña y anhela asesinar a Sam para poder ser libre. Curiosamente la madre del homicida parece estar dispuesta a rebanar la garganta a quien se interponga entre el bienestar de su siniestro hijo y su relación bastante enfermiza, muy al estilo de Norman Bates en Psicosis.
3.- El paciente y el inconsciente
De acuerdo a muchas teorías, mucho de lo que externamos es sólo la punta del iceberg que es nuestro inconsciente. La parte consciente es únicamente la punta de la flecha, y de acuerdo con El paciente, esa parte que vive oculta dentro de nosotros es capaz de salir a flote. Para esto el Dr. Alan Strauss se sumerge en lo más hondo de su mente, y de eso nace Charlie, una figura imaginaria que no siempre fue así.
Charlie era el antiguo terapeuta de Alan Strauss y tras su muerte, Strauss mantiene conversaciones imaginarias con él, una manera de poner sobre la mesa las cartas, analizar la situación y las posibles dificultades que se pueden presentar, así como las soluciones más viables. Es en el sexto capítulo de El paciente que conocemos a Charlie, una forma que el inconsciente de Alan Strauss utiliza para poner en orden la situación en la que se encuentra, es su propia voz interior, su Pepe Grillo, quien le aconseja cómo actuar.
4.- La relación de El paciente con su madre
Otra de las tantas teorías bastante extendidas sobre los fundamentos de la psicología humana y la forma en que nos comunicamos con los demás, tiene mucho que ver con el rol de la madre durante el proceso de crianza de los hijos. Para muchos expertos la relación entre madre-hijo(a) es la que determina las formas de actuar, claro que de una manera muy pero muy inconsciente. En El paciente queda claro que hay mucho de ello, aunque aquí el galardón se lo lleva el padre de Sam, un hombre violento y abusivo que no presentaba remordimiento, lo que provocó varios traumas en su hijo.
También hay mucha culpa en la madre de Sam, Candace, interpretada por Linda Emond (La Edad Dorada, 2022). Candace es testigo de la brutalidad que hay en el padre de Sam hacia su retoño y ella, como lo describe el Dr. Alan Strauss, es culpable en gran parte por no reaccionar, por no defender y cuidar a su hijo. Testigo, pero no jueza. Sin embargo, esa apacibilidad e impotencia se traslada luego de que la madre de Sam descubre que su hijo es un asesino y tampoco hace nada para detenerlo. Candace, la madre de El paciente, es capaz de cometer homicidio con tal de salvar a su hijo de las rejas de una prisión.
5.- El paciente y un final un poco confuso
Si no has visto la serie y te has quedado con ganas de verla, te advertimos que esta sección contiene un par de spoilers. Al final, en los últimos minutos de El paciente pudimos ver dos escenas interpuestas que nos causaron algo de confusión y es que en primer lugar tenemos aquella que nos muestra a un Alan Strauss sano y salvo en su hogar, rodeado de su familia, recordando con amargura aquellos días de su cautiverio, una sensación que lo acercó a sus antepasados en los inmisericordes campos de concentración nazi, pues al igual que muchas de las víctimas, Alan Strauss es judío.
En segundo lugar, tenemos la escena causante de la confusión. Todo parecía que Steve Carell había salido casi indemne de su prolongado cautiverio y que probablemente Sam había recibido su merecido, pero no es así. Todo era una treta de la mente del Dr. Strauss, en sus minutos finales. La escena nos traslada a un brutal final donde vemos a Sam estrangulando a Alan Strauss. El paciente triunfó, aunque no del todo porque al final él y su madre Candace llegan a un acuerdo tácito: para detener los impulsos homicidas de Sam es necesario el confinamiento obligatorio, encadenado.
Esperamos bastante que El paciente tenga una segunda temporada. Sería magnífico ver un desarrollo de la historia de Sam, que quedó bastante inconclusa. Te dejamos el tráiler de la serie de Star+ que nos tiene inquietos:
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