Emilia Moncada 
La vida siempre ha sido difícil, en todas las edades y en todas las etapas, tanto en la adolescencia como en la adultez. Cada batalla es dura. A veces pensamos que no hay nadie que nos entienda y apoye mejor que como lo hacemos nosotros y esa es una gran verdad. Tío Netflix toma esta premisa y vuelve con una serie “¿Hola?, soy yo”, de kdrama (telenovelas de Corea del Sur) que la está rompiendo en la plataforma.
Después de El juego del calamar, que es todo suspenso y acción, volteamos y nos encontramos con “¿Hola?, soy yo”, un drama sobre la diversión de la vida adolescente y las exigencias de la vida adulta.
Reí, lloré, recordé y traté de visualizar mis heridas de la niñez, justo como lo hizo Ban Ha Ni, la protagonista. Creo que al verla crecer me di cuenta de que no es un problema de unos cuantos, sino que es un problema generacional. Por ello, les traigo las lecciones de vida que nos da “¿Hola?, soy yo”.
*Spoiler Alert*
La depresión existe
Sé que todos los medios de comunicación han tocado este tema tan delicado: la depresión.
Es una de las enfermedades mentales más peligrosas que se han reconocido hasta el día de hoy. No se sabe a ciencia cierta todos los síntomas o cómo comienza, pero es una de las causas principales de suicidio en el mundo.
Ban Ha Ni, nuestra protagonista, comienza su historia el día en que deseaba morir. Nada extraño cuando vemos el motivo: siente que su vida es un fracaso desde que experimentó un suceso desgarrador en su adolescencia. A partir de ahí no hay medicina, terapia o acción que la haga “salir” de su depresión.
Netflix no solo nos habla de la enfermedad mental, sino que también aborda que a cualquier edad se está expuesto a padecer dicha alteración, como vimos en la película Más allá de la luna: Fei Fei, donde una niña de 11 años sufre depresión por la muerte de su ser amado (esta película se encuentra en la plataforma y fue auspiciada por la misma). Duras lecciones de vida, sin duda alguna.
Amor propio
¿Qué pasa cuando sientes que te encuentras solo en el mundo, aun viviendo al lado de millones de personas a diario? La vida te ha tratado mal, has perdido a tus amigos, no tienes ganas de estar con tu familia, la gente te da la espalda… Nada le haría mayor bien a tu vida que desaparecer. Ahora, ¿qué pasaría si tuvieras a alguien que pudiera entenderte?
Una vez más, Ban Ha Ni nos da una idea: solo yo puedo ayudarme. Cuando creemos que ser adulto nos dará todas las respuestas, nos golpeamos de frente con la realidad, porque esto no es cierto. Crecer no significa madurar, lo que sí es cierto es que tener cierta edad o pertenecer a una generación significa tener algo en común con los demás: la edad. Madurar es un momento de la vida en la que tienes que ver qué duele y sanarlo desde el interior, para que todo mejore en tu exterior.
Toda acción tiene una reacción
Esto tiene mucho que ver con el punto anterior. ¿Recuerdan la teoría del efecto mariposa? Es parecido. Ban Ha Ni y su padre han tenido contacto con las mismas personas en momentos importantes que, en el futuro, van a ser piezas clave en el rompecabezas que debemos resolver. Nada es fortuito.
Pero no solo eso, en este proceso de reconstrucción, con su kdrama “¿Hola?, soy yo”, Netflix nos enseña que también se trata de que toda la vida está llena de consecuencias. No estamos marcados por nuestro pasado, mucho menos tenemos escrito o definido el futuro, lo que sí nos define y crea como individuos es lo que hacemos en el presente. Así que si ayer fuimos el bully de la escuela, mañana podremos ser el defensor de los débiles.
Otra cosa importante es que, como forjamos nuestro futuro paso a paso, debemos ser cautelosos con lo que hacemos. Madurar no se trata de envejecer, sino de ser inteligente. Si las amistades de la infancia se fueron o si dañamos a alguien, nada nos quita pedir perdón, tampoco lastima ayudar a alguien. Crecer es pensar en lo que hacemos y en cómo afecta o influye en los demás.
Cuidado con lo que deseas.
¿Recuerdan que Aladdín obtiene lo que desea cuando se lo pide al Genio? Supongamos que somos Aladdin y que el Genio es el Universo, si nosotros deseamos con mucho entusiasmo y con “todo el corazón”, puede que obtengamos lo que pedimos.
Ban Ha Ni desea morir para que así termine su patética vida. Y lo hace. Lo interesante de su existir radica en cómo el Universo la hace reformar su deseo. Esta inmensidad le tiene preparada una lección. Además de ser muy dura, es lo que le da sentido a su existencia. Si pudiera retomar esa fuerza que tanto la caracterizaba cuando era adolescente, su vida como adulto funcional sería otra.
No hay mal que por bien no venga
Al tío Netflix le gusta darnos lecciones de vida en todo lo que hace. “¿Hola?, soy yo” es un kdrama que no se queda atrás en esta premisa. Y es que cuando ves que la nube negra cuelga sobre ti, siempre habrá sol mañana.
La vida de Ban Ha Ni mejora justo en el momento más triste de su vida, y es gracias a su deseo de morir. No quiero decir que tienen que morir, amigos. Me refiero a que busquen en ustedes ese algo que los trae muy mal y le den solución, con terapia, café con los amigos, una rebanada de pizza, lo que sea necesario para estar bien con uno mismo.
Si les cuento más, va a ser un spoiler declarado y, la verdad, me gusta que vean lo que les recomiendo. Así que espero que hagan su tarea, y nos leemos en el siguiente chisme.
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