Israel Celis 
Rubén “Mascarita” y Tony “El Caníbal” regresan a la pantalla para traernos la secuela de una de las películas más taquilleras y arriesgadas del cine mexicano: Matando Cabos 2: La Máscara del Máscara (2021). Estrenada el 1 de octubre en la plataforma de streaming de Amazon, esta película funciona como un spin-off y secuela de Matando Cabos, proyectada en cines de diversos países allá en un muy lejano año 2004.
Diecisiete años después, Matando Cabos 2 nos lleva nuevamente a escenas que nos recuerdan paisajes demasiado comunes de la Ciudad de México, donde la historia del “Mascarita” (Joaquín Cosío) y de Tony “El Caníbal” (Silverio Palacios) se desarrolla de manera violenta y surreal. La película está hecha, como su antecesora, para entretener y hacernos reír.
Aquí en Plumbagos te disparamos 5 cosas que debes saber sobre Matando Cabos 2 después de 17 años de espera (inserte aquí la canción 17 años de Los Ángeles Azules que escuchamos al comienzo de la película).
1.- Matando Cabos 2 y su México surreal
Alejandro Lozano, quien está detrás de esta producción mexicana, explicó en algunas entrevistas que desde que se estrenó Matando Cabos en 2004 la idea de una segunda parte estuvo siempre presente sin llegar a concretar guion alguno. Por ello, hay una pequeña tardanza en la secuela de esta emblemática película protagonizada por Joaquín Cosío, Silverio Palacios, Alejandro Guerrero, Rocío Verdejo, Aranda Sokol y Gustavo Parra.
Las escenas y situaciones son una perfecta combinación que evoca escenarios cotidianos de la Ciudad de México, los cuales, hay que decirlo, ya son demasiado surreales. La exageración de algunos de los dramas de los personajes nos lleva a situaciones que nos costaría mucho trabajo creer; sin embargo, esa es la función de la película, que hereda de la primera entrega a los personajes que terminan envueltos en sucesos extraordinarios, que podrían considerarse exagerados y con poco sentido.
Matando Cabos 2 cumple con su prometido: hacernos reír y reconocer ciertos aspectos de la vida diaria de los citadinos. Con un lenguaje casual y sin tapujos, esta película nos muestra una historia más personal y quizá supervisada por esos ojos que han visto en la lucha libre y las historietas una fusión para llevarla a la pantalla.
2.- Lucha libre
En la primera entrega de Matando Cabos no se le dio tanta importancia a este deporte tan mexicano: la lucha libre. En el 2004, Rubén “Mascarita” es contratado por Javier para arreglar un asunto familiar, precisamente con su suegro. Así, “Mascarita” termina siendo uno de los personajes de la película que más risas nos arrancaría junto con su sanguinario y pequeño guardaespaldas, Tony “El Caníbal”.
Todos sabíamos que “Mascarita” era un antiguo luchador que vivía bajo las sombras después de sucumbir ante los placeres de los vicios causados por la fama. Ahora, en Matando Cabos 2, Alejandro Lozano logra revivir a este personaje interpretado por el mismísimo Cochiloco, mejor conocido como Joaquín Cosío.
A “Mascarita” le han robado algo preciado a nivel muy personal, algo tan sagrado y emblemático para todos los luchadores de este deporte mexicano: la máscara. Y no es cualquier máscara, es la que su padre, “El Máscara”, usaba en sus años mozos. El personaje de “El Máscara” encarna a un actor que participó en una serie de películas de bajo presupuesto, a blanco y negro, y que combatía siempre con enemigos supernaturales. Por tanto, es nuestra obligación reconocer en ello todo un homenaje a la vida de “El Santo”, el luchador de más renombre en México.
3.- Joaquin Cosío y Rodolfo Guzmán
Hay un punto esencial que permite que la magia de Matando Cabos 2 se transmita de manera oportuna y es, como hemos dicho más arriba, la figura del luchador, así como algunas de las costumbres y tradiciones dentro de la lucha libre. Rubén “Mascarita” es el protagonista principal de esta película y se trata de un antiguo luchador que vive en el exilio y quien, después de 17 años, ha dejado en manos de un grupo de hipsters su establecimiento de lucha libre, ahora transformado en un lugar muy alejado de lo que él conocía.
La tradición de que el hijo herede de su padre la pasión por la lucha libre y se convierta en un jugador profesional se nos muestra aquí en Matando Cabos 2. Rubén “Mascarita” es el hijo del antiguo y retirado luchador, “El Máscara”. Después de que un grupo de mercenarios asesinara a sangre fría a su padre y a otra docena de jóvenes, “Mascarita” descubre que la máscara de su padre ha sido robada y para recuperarla tiene que volver a recordar sus días gloriosos en el ring.
Indudablemente, “El Máscara” y “Mascarita” son una parodia y homenaje, a la vez, del jugador de lucha libre más conocido en México y quizá en el mundo: “El Santo”, cuyo nombre verdadero es Rodolfo Guzmán Herrera. Conocido como “El enmascarado de plata”, Guzmán Herrera realizó una serie de películas similares a las que el personaje de “El Máscara” realizara cuando era joven, con lo que se convierte en un ícono de la televisión y del deporte mexicano, popularizando así la lucha libre.
4.- La nueva generación del cine mexicano
A pesar de que la mayoría de los personajes principales regresaron, en la secuela de Matando Cabos también pudimos ver a una gama de actores que recientemente han incursionado en el mundo del cine. La “sangre nueva”, como la llama Alejandro Lozano, es la que permite que las películas tengan un sentido, para que tanto jóvenes como adultos se sientan identificados con algún aspecto o característica.
Estrafalarios, llegando a lo ridículo, en Matando Cabos 2 tenemos a estos personajes que se han sumado al elenco original. “El vato con botas”, personaje interpretado por Alejandro Guerrero, es uno de los más estrafalarios y surreales que veremos y que forma parte del grupo mercenario que se encuentra detrás de la cabeza del “Mascarita”. Este personaje nos recuerda a grupos musicales de moda que estuvieron presentes, gracias a Dios, de manera muy breve.
Erwen es otra cara nueva en la entrega. Una mujer decidida a las formas violentas, Erwen, quien es interpretada por la actriz mexicana Florencia Ríos (Los días más oscuros de nosotras, 2017), será la piedra en el zapato de los protagonistas; así, se convierte en la antagonista más mortal. Experta en armas de largo alcance, será Erwen quien logre desafiar a nuestros héroes.
Por otro lado, también dispondremos de la enérgica actuación de Aranda Sokol, sobrina de la cantante Sasha Sokol. En Matando Cabos 2, Eli (Aranda Sokol) se une al dueto del “Mascarita” y Tony “El Caníbal” con un giro de tuerca inesperado y nostálgico, pero bien jugado. Con tan solo 15 años de edad, esta prometedora actriz tuvo el empuje necesario en Matando Cabos 2.
5.- Las críticas
El 1 de octubre se estrenó Matando Cabos 2 en la plataforma de Amazon Prime Video, sin llegar a las pantallas de cine. La apuesta de muchas productoras por llevar sus filmes a plataformas de streaming se ha disparado de manera rápida debido a que una gran cantidad de usuarios se han visto obligados a permanecer en casa, por lo que un porcentaje considerable de películas han sido transmitidas exclusivamente en estas plataformas.
Ese es el caso de Matando Cabos 2. La primera entrega, en 2004, fue llevada al cine y resultó ser una producción taquillera y exitosa. La visión de Lozano era intrépida, divertida y sangrienta, una combinación que el director afirma que siempre funciona. Muchos tuvieron que contentarse con eso y, desde ese momento, las críticas han sido muy ambiguas. Por un lado, encontramos comentarios positivos a esta esperada secuela, pero, por otro lado, hay críticas que intentan ridiculizarla.
En su canal de YouTube, Kristoff Rackzynski expresó su negatividad ante la película del 2021. Pero hay algo curioso en ello y es que el youtuber protagonizó en el 2004, junto con Tony Dalton, Silverio Palacios y Joaquín Cosío, la primera entrega de Matando Cabos, en la que dio vida al papel de “Mudo”, uno de los personajes que se ven envueltos en la confusión del supuesto secuestro del señor Cabos.
Pero no debemos olvidar la visión de Lozano de parodiar la vida del chilango, de ese mexicano que tiene su corazón en la capital del país. Por ello, los chistes que se cuentan son personales para los citadinos, con su lenguaje áspero y coloquial y sus situaciones que, llevadas a un extremo, resultan surreales, pero no tan extraordinarias para la vida de los mexicanos. Échale un ojo al tráiler de Matando Cabos 2: La Máscara del Máscara.
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