Chip & Dale: Al rescate de nuestra infancia noventera

No sé si ustedes lo recuerdan pero los 90 estuvieron llenos de programas aptos y no tan adecuados para niños. Aún así, Disney hacía sus pininos con caricaturas que no fueran Mickey Mouse y sus amigos y, si tienen buena memoria, pensarán en: el Conde Pátula, las Patoaventuras, Rico McPato y, por supuesto, Chip & Dale: Al rescate.

Disney Plus nos ha regalado el regreso de estas simpáticas y aventureras ardillas. Con una combinación de la animación por computadora e interacción entre caricaturas y personas (a la Space Jam), Chip & Dale regresan para contarnos tristes historias sobre nuestros personajes favoritos de la infancia y cómo, por la creación de más ídolos infantiles, nuestros héroes se han quedado en el olvido. Y eso no es todo, estos personajes sufren por este olvido paulatino.

Como experta en el tema del recuerdo, me di a la tarea de encontrar unas pocas de las cientos de referencias que se pueden encontrar en la película. Por cierto, hay un tema bien interesante y que parece tabú en el sector cinematográfico: la existencia y propagación de la piratería. Sin duda hay muchos temas que retomar en esta entrega de Disney +.

1.- Chip & Dale, no estoy llorando, tú estás llorando…

En Chip & Dale: Al rescate se habla un par de ardillas que, junto a un par de ratones y una mosca, se dedican a desentrañar algunos misterios y a hacer que la justicia se encargue de algunos malhechores. Era 1991 y el programa estaba en su mejor momento hasta que deciden cancelarlo “de la nada” (hasta la película nos enteramos que Dale quería explorar su carrera en solitario, llevando a la quiebra su proyecto y el de Chip & Dale). 

La película comienza con un Dale que no tiene éxito y se encuentra en una convención de cómics tratando de encender la curiosidad en algún fan de su carrera artística. Chip, por su parte, es un exitoso vendedor de seguros que vive solo y tiene de mascota a un perro, no tiene contacto con ninguna otra persona del medio hollywoodense y no ha participado en ningún otro programa. Una tarde, su ex compañero de programa Monty, le pide ayuda ya que se ha endeudado y no tiene cómo pagar sus deudas.

Una serie de eventos desafortunados lo llevan a reunirse con Dale y comienza la búsqueda de su amigo desaparecido. Pronto Dale se da cuenta de que no pueden confiar en nadie ni pedirle ayuda a la policía, sólo cuenta con su ex co-protagonista. En la búsqueda, conocen a Dulce Pete, un protagonista de películas infantiles que ha pasado al olvido y, en su búsqueda de pagar la renta y seguir viviendo, manda en una mafia que se dedica al contrabando de personajes olvidados. La parte más triste de ser famoso es sobrevivir cuando dejas de ser una estrella.

2.- Un pequeño juego de memoria

Mientras pensamos en el triste destino de las estrellas de nuestra infancia y en cómo Hollywood, los excesos y los difíciles estándares de las compañías productoras de programa infantiles exigen todo de estos personajes, tenemos referencia a infinidad de programas y películas de estos “años dorados” de la televisión. ¿Cuántos personajes pudieron reconocer?

Algo muy importante de nuestra época es que no importa de dónde venga X o Y personaje o artista, al final hay algo que los une: son caricaturas. Y esto es clave en la película: no es relevante tu pasado, sino que eres en el presente. En la imagen hay partes de personajes de Nickelodeon, Disney, Warner Bros. y algunas caricaturas independientes a estas casas productoras. Sin contar las referencias o personajes que se retoman en la película: el gran Roger Rabbit (es mi película favorita y no tienen idea de lo padre que fue verlo), Indiana Jones, He-Man, hasta el mismísimo Paul Rudd sale a hacer bromas entre los personajes.

Si piensan que la película de Chip & Dale: Al rescate sería un gran desafío, están en lo correcto. No sólo son referencias o caricaturas de los 90s , este filme retoma muchísimo de las películas de aquella época: ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, el Oso Coca-Cola, Jurassic Park e incluso hay una alusión hermosa a Terminator 2. De verdad que se trata de un juego de memoria constante, un vaivén entre la infancia y nuestra actualidad.

3.- Es lo mismo pero más barato

La piratería ha existido a lo largo del tiempo y sobre diferentes cosas. Como mexicanos, nos referimos a estos productos con dos nombres: fayuca o “productos chinos”. Sabemos y reconocemos con facilidad este tipo de productos: colores chillones, corto tiempo de vida, materiales que no permiten el aprovechamiento del producto, etc. La única garantía sobre estos productos es que son mucho más baratos que los originales. Algo parecido pasa en la industria del cine.

Recuerdo que de niña, mis papás compraban las películas en cassettes de VHS, un cassette tenía dos películas. Bien irreal, ¿no? En aquel tiempo la industria lanzó una campaña de NO a la piratería. Esto porque también llegaban películas a la televisión abierta (aquellos canales que no dependen de las emisoras de televisión pagada) que relatan historias similares a las ya contadas por Disney. Por ello, y porque era más fácil el acceso a las películas ya grabadas que comprar entradas al cine para toda la familia.

Por lo accesible y barato de la piratería, muchas personas optan por quedarse en casa y elegir algo en internet para el disfrute de todos. Este nicho del mercado es aprovechado por Sweet Pete al máximo, además de usar actores de primera calidad con físico de cuarta, SIN romper el contrato de exclusividad con La Casa del Ratón.

De verdad que no se van a arrepentir amigos, vean Chip & Dale: Al rescate. Para ser muy honesta, no le daba la oportunidad, pero una vez que la vi toda, lloré por la nostalgia, por las alegrías, por la niñez y por haber crecido muy rápido. Hace unos meses mi hijo mayor comenzó a ver KND: los chicos del barrio y verlo disfrutar algo que yo disfrutaba, me hace pensar que la industria del entretenimiento va a seguir dando material para compartir por muchos, muchos años más…

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