Maligno, la nueva película de James Wan que nos tiene inquietos

Maligno (Malignant, 2021) es otra de esas películas que esperábamos ver en la pantalla grande desde el año pasado. Sin embargo, la contingencia sanitaria del año pasado, causada por la enfermedad COVID-19, prolongó su estreno, y no fue sino hasta el 10 de septiembre de este año que Maligno fue lanzada por la plataforma de streaming de HBO, a la par que se estrenaba en algunas salas de cine.

James Wan es uno de los directores preferidos del cine de terror. Su trayectoria es amplia, pero estamos seguros de que la saga de SAW (Juego Macabro), comenzada en el 2004, es la que nos llevó a coronar a Wan como uno de los favoritos en el cine de terror. Si bien los clichés son la esencia de sus filmes, la trama siempre nos engancha por lograrla de una manera original y escalofriante.

Maligno, de James Wan, es un claro homenaje al giallo italiano, y aquí en Plumbagos te contaremos algunos detalles de Maligno, una película que nos mantuvo confundidos y a la expectativa de la mano del director de Insidious (La noche del demonio, 2011).

1.- Maligno, un claro homenaje al giallo italiano

De acuerdo con conocedores y profesionales del cine, Maligno es la apuesta de James Wan de retratar uno de los géneros que nacieron en la década de los sesenta del siglo pasado y que en los setenta gozó un auge que terminó decayendo en los ochenta. Estamos hablando del giallo italiano, un subgénero del terror que, con bastante ingenio y tecnología, James Wan ha logrado revivir, y estamos seguros de que no pasará desapercibido por aquellos que se han vuelto nostálgicos por los clásicos.

Aunque las discusiones sobre lo que es o no es el giallo italiano siguen vigentes, porque los expertos no se han puesto de acuerdo en una definición concreta, este subgénero del terror tiene algunas cualidades arquetípicas que pueden ser rápidamente advertidas en Maligno (una película que resultó ser más confusa de lo que esperábamos), pero cuando se trata de James Wan las expectativas siempre nos quedan chicas. 

Para muchos, el giallo es la cuna donde se gestó el slasher, subgénero del terror que tuvo un auge tremendo en la década de los ochenta, y es que este último comparte características muy similares con su antecesora, el giallo. Por ejemplo, los momentos dramáticos con alto contenido abstruso, un desarrollo donde el antagonista siempre es un criminal que no deja ver con facilidad su rostro, el uso de armas puntiagudas, los guantes negros y, aunque no siempre, el elemento sobrenatural que gira en torno al antagonista. 

Maligno es todo esto y mucho más, pero lo más contundente para que muchos la cataloguen como un neogiallo es que la trama policíaca está fuertemente presente durante toda la película. Maligno es entonces una película de terror que tiene muchos elementos de un subgénero que habíamos dado por muerto, pero que el ingenio de Wan ha logrado rescatar de una manera un tanto curiosa y sobrecogedora. Te recomendamos este breve video sobre los orígenes del cine giallo:

2.- James Wan, el responsable

A sus 44 años, James Wan se ha coronado como uno de los directores más reconocidos en el género de películas de terror, y es que las producciones en las que ha metido mano han sido siempre un éxito taquillero. Como ya mencionamos, su fama comenzó cuando, en el 2004, nos ofreció una entrega que se ha vuelto una de las favoritas de los amantes del cine de terror: Saw. Esta se convirtió en una saga de culto, y las referencias del cine moderno no dejan de señalarla como tremendamente inquietante. 

Pero eso solo fue el comienzo de Wan, y, aunque su última película, Maligno, no esté a la altura de las demás entregas, las referencias con las que el director juega siempre sorprenden a sus admiradores. Así, los detalles enfermizos nos mantienen, como en todas sus películas, atentos a lo que, sin esperarnos, pueda ocurrir. Eso es algo que todos admiran de Wan: las posibilidades y los giros de tuerca que tienen todas sus películas. 

Maligno resultó ser una de esas películas en las que no sabes qué está pasando —otro pequeño guiño al giallo italiano—, por lo desconcertante de las situaciones. Los fanáticos del universo de DC seguramente están inquietos por ver lo que Aquaman 2 en 2022 representará para el universo de superhéroes que Wan está formando. Y para aquellos que no lo saben aún y son fanáticos del escritor de terror más leído en la actualidad, esperamos con ansias ver las manos de James Wan en la nueva adaptación de El misterio de Salem’s Lot, novela homónima creada en 1975 por Stephen King. 

3.- Maligno, lo bueno y lo malo

Si hay algo que debemos reconocerle a Maligno es que nos deja queriendo saber, desde un inicio, de qué va la película. Nos mantiene pegados a la butaca, a la cama o a la silla, porque los acontecimientos, tétricamente extraños que rodean a Madison (Anabelle Wallis), son de esos tópicos literarios o del cine clásico con los que muy pocos guionistas y directores se atreven a jugar.

Maligno es una explosión de colores, con una fotografía que nos permite seguir el rastro de la protagonista y crearnos una falsa esperanza como detectives. Juega con los clichés, pero los ofrece para —de una manera descarada— pueda jugar con nosotros y dejar en evidencia que lo que crees que está pasando no es así. 

La trama gira alrededor de una mujer que ha sufrido varios abortos, los cuales la han sumido en una eterna tristeza. Este es uno de los elementos que nos obliga a querer saber si el destino de un sufriente puede empeorar. Y así sucede, Madison comienza a tener una serie de visiones aterradoras, como si compartiera un vínculo psicológico con el antagonista de esta película: Gabriel, el antiguo amigo imaginario de Madison que ha regresado para atormentarla. 

Existe algo más que nos mantiene sin querer pestañear para no perdernos esos minisegundos de intensa persecución. Lo extraño que se nos ofrece el antagonista, un criminal que anda por ahí enterrando cuchillos y otros objetos filosos a un grupo de personas cercanas a Madison, por lo que la pobre y atormentada mujer se convierte en sospechosa, y las visiones que la atacan de manera inoportuna la ponen inquieta. Todo porque sus visiones terminan siendo reales. 

Aunque hay otros aspectos que prevemos siempre en las películas de James Wan, entre estos los jump scares. El Conjuro (The Conjuring, 2013) es una de las películas más apreciadas por los fanáticos del terror, pero, al igual que Maligno, abusó de estas escenas que nos hacen saltar más por imprevisto que por susto. De tal modo que se vuelven predecibles porque las antecede casi siempre una atmósfera silenciosa e inquietante.

Realmente Maligno no tiene mucho de desdeñable. Los MacGuffin —término utilizado extensamente por Alfred Hitchcock cuando se refiere a las tramas secundarias sin relevancia que hacen avanzar a los protagonistas— pueden volver tediosa cualquier trama porque son elementos que, aparentemente, no tienen nada que hacer, pero que sí tienen una importancia significativa en adaptar la realidad de los protagonistas, los antagonistas y sus motivaciones.

4.- Maligno y el acto final

No sabemos qué es más perturbador de Maligno, si su desarrollo final o la decadencia mental por la que pasa Madison. Existe un término en la literatura cuando el clímax de una historia está justificado por un elemento imprevisto, espontáneo, pero que siempre estuvo ahí: Deus Ex Machina.

Este tópico literario pasó a formar parte del mundo cinematográfico que el giallo italiano utilizó en la década de los sesenta y setenta. Las vueltas de tuerca, las explicaciones poco evidentes y la necesidad a veces difícil de otorgarle a la trama un hilo sobrenatural es uno de estos elementos por los que James Wan apostó en Maligno, y salió casi indemne de ello. Maligno terminó por inclinarse por un final perturbador y sumamente morboso.

Alerta de Spoiler: Fetus in fetu es el término clínico mejor conocido como “gemelo parásito”, un problema congénito que no suele ser común en los embriones durante los primeros meses de gestación en el útero. Este es el Deus Ex Machina de Maligno, un capítulo final retorcido, pero que no se extiende demasiado en lo paranormal. Este mal congénito ha estado muy poco documentado por la cantidad ínfima de casos que existen alrededor del mundo.

Sin embargo, el hecho de que el probable hermano gemelo que vivía dentro de ella, con una conciencia limitada, pero sobreviviendo gracias a su cuerpo, se exponga convierte a la película en un tanto nauseabunda, y, estamos seguros, a nadie le gustaría pasar por ello. La deformación física o la limitación del desarrollo embrionario adherido a tu cuerpo es algo que nadie quisiera experimentar. 

A diferencia de los siameses, el “gemelo parásito” no tiene ni una oportunidad de sobrevivir si es separado de su gemelo, y aunque en la mayoría de los casos este “gemelo parásito” consiste en un cúmulo de huesos, poco seso y mucho cabello, se le considera un agente parasitario necesario de extirpar. Los testigos de los extraños sucesos que le ocurren a Madison en Maligno deben lidiar con ello, porque son quienes se pueden convertir en las víctimas de un ente que siempre estuvo ahí. 

Te dejamos el tráiler de Maligno, la nueva producción de HBO:

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