Israel Celis 
La saga de The Matrix se ha convertido en un referente obligatorio para la ciencia ficción, un género que las hermanas Wachowski han cultivado con grandes cosechas a lo largo de varias décadas, tanto que algunas de las escenas de la tetralogía han sido recreadas por espectáculos como parte de la cultura popular y es que han pasado 22 años desde que vimos la primera entrega de la saga con The Matrix, en el lejano año de 1999.
Warner nos trae nuevamente la ya casi mítica figura de Keanu Reeves interpretando su viejo papel como Neo, el Elegido. Pero también Trinity hizo acto de presencia y es que The Matrix sin Trinity nos es The Matrix, pobre de nosotros cuando ni uno ni otro estén en la saga. Las posturas sobre la calidad argumentativa y los efectos visuales se han dividido porque, por un lado tenemos detractores de la cuarta entrega, pero también estamos los fanáticos de la saga que adoramos todo lo que tenga que ver con The Matrix (y Keanu Reeves).
Una película extraña que como siempre nos deja un sabor metálico en la boca, pero aquí en Plumbagos te damos algunos datos que pensamos no debes dejar pasar para que The Matrix Resurrections pase a formar una película digna de la saga.
1.- The Matrix y las hermanas Wachowski
Si hay algo que las hermanas Wachowski saben hacer bien y con una profundidad argumentativa sólida son las películas de ciencia ficción. Singularmente, la cuarta entrega de la saga, The Matrix Resurrections solo cuenta con la dirección de una de las talentosas hermanas: Lana Wachowski. Desde el 2019 se venía hablando sobre el proyecto que Warner, que con o sin las hermanas Wachowski, tenía intenciones de hacer, pero finalmente, la mente y las manos de la talentosa directora se hundieron en la producción y dirección.
Lamentablemente The Matrix Resurrections no obtuvo la antigua gloria de la que gozan las tres películas anteriores, donde tanto Lilly como Lana Wachowski fundieron sus talentos y nos regalaron una de las mejores franquicias cinematográficas de todos los tiempos. Una historia compleja en la que máquinas asesinas, esclavos humanos y un futuro distópico, que junto a la llegada de un salvador sigue siendo el meollo del asunto; sin embargo, muchos de los fans quedaron decepcionados.
A pesar de eso, por aquí, pensamos que The Matrix Resurrections no tiene la atención y valoración que merece puesto que el hilo argumentativo es de excelente calidad y los efectos visuales tampoco han aflojado la cuerda que sujeta a la saga como una de las mejores. Si bien la historia podría parecernos forzada es necesaria porque estamos seguros que forma parte de un increíble preludio a las demás entregas por venir y donde esperamos, las dos hermanas Wachowski se vean involucradas.
2.- Un Morfeo más joven en The Matrix Resurrections
¿Qué fue de Laurence Fishburne? Seguro te hiciste esta pregunta cuando se nos presentó a un Morfeo más joven en la cuarta entrega de The Matrix interpretado por Yahya Abdul-Mateel II, algo que sorprendió mucho a los fans. La respuesta más rápida es que se trata de un bucle en la Matrix, es decir que se trata de situaciones prescritas en la base de datos de la Matrix.
Pero no te confundas, el nuevo Morfeo se trata de una simulación digital creada por el mismo Neo y que incrustó en la programación de la Matrix y por algunas de las conversaciones que Neo mantuvo con Niobe (interpretada por Jada Pinkett Smith) podemos inferir que el Morfeo de carne y hueso está muerto y que durante la ausencia de Neo fue convertido en el presidente de la Cámara del Consejo de Sión, y fue durante este lapso de tiempo que no vimos en el que se habla de la aparición de un nuevo poder en la Matrix pero que Morfeo niega rotundamente.
Este nuevo Morfeo, más joven, es liberado gracias a la inspiración que Neo aporta a los programas que él mismo diseñó. Eso queda en claro cuando le sucede lo mismo a la agente que vemos al comienzo de la película: Bugs. Una vez que la mente del nuevo Morfeo es liberada este comienza a comprender su misión y propósito: encontrar y preparar a Neo, aunque se trate de una versión digital creada a partir de la memoria de un Morfeo interpretado por Fishburne.
3.- Larga vida a The Matrix
Si hay algo que debemos echarle en cara a Lana Wachowski con la cuarta entrega de The Matrix, es la poca innovación que hubo para la franquicia. Si bien es cierto que la esencia de la saga ha perdurado, todo parece indicar que el productor James McTeigue no tiene, por el momento, intenciones de continuar con la saga. Personalmente creo que The Matrix Resurrections tiene un hilo argumentativo sólido que encaja a la perfección con un mundo distópico donde la realidad es mucho más compleja de lo que la trilogía anterior de la saga nos quiso hacer creer.
Parte de ello es que para muchos la resurrección de Neo y Trinity, 60 años después de los eventos de la última película (The Matrix Revolutions, 2003) se volviera algo increíble ya que ambos personajes habían muerto en la última película de la trilogía de las hermanas Wachowski. Pero ahí es donde el guión tiene una importancia más vital que los efectos visuales, porque es ahí donde podemos comprender de qué manera un Neo digital es resucitado al mundo de los vivos, un mundo donde muchas de las máquinas se han aliado a los humanos.
Quizá la falta de escenas de acción y la ausencia de Fishburne como Morfeo han quebrantado la fe en la resurrección de la saga, pero no cabe duda que The Matrix Resurrections forma parte de un prólogo a una nueva trilogía que nos ofrece un ambiente menos caótico, pero sí más confuso. Independientemente de ello las actuaciones fueron fenomenales y la nostalgia por ver de nuevo juntos a Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss encendió la llama de la esperanza para los fanáticos que esperan ver una quinta entrega, donde todo parece indicar que Trinity será ahora la protagonista.
4.- Un elenco favorito
La aventura y la acción en The Matrix Resurrections ha quedado un tanto relegada a segundo plano, pero las escenas con bastante atractivo visual siguen formando parte del encanto de la saga. No se trata solo de los efectos visuales, sino que el elenco de la película es realmente atractivo. Sabemos que algunos directores mantienen una relación simbiótica con muchos de los actores que logran formar parte de casi todo el repertorio de tal o cual director y el caso The Matrix Resurrections y las hermanas Wachowski no es la excepción.
Las hermanas Wachowski tienen una trayectoria larga en la dirección de películas y series enraizadas a la ciencia ficción, otro ejemplo famoso, aparte de la saga de Matrix, es la serie que Netflix tiene vigente en su plataforma: Sense8. Esta serie dirigida y escrita por las hermanas Wachowski es un exquisito referente de la ciencia ficción donde una nueva especie de humanos tiene la habilidad de comunicarse con el solo poder de la mente.
Algunos de los actores de Sense8 fueron llamados nuevamente por Lana Wachowski para formar parte de la cuarta entrega de la saga. Max Riemelt es uno de ellos, dado que dio vida a Wolfgang en la serie de Netflix y ahora interpreta a Sheperd, uno de los técnicos que hacen de todo para resucitar de nuevo a Neo. Eréndira Ibarra es otra de las favoritas de las Wachowski pues la vimos interpretar a Daniela Velásquez en Sense8 y ahora formar parte del elenco del bando de los buenos como Lexy. Toby Onwumere también fue transportado desde Netflix y Sense8 hasta The Matrix Resurrections como Sequoia.
Brian J. Smith, un actor con una larga trayectoria artística y que también formó parte del elenco de Sense8 también tuvo un papel en The Matrix Resurrections. Interpretando a Berg en la cuarta entrega de la saga, Smith tuvo la oportunidad de incorporar su talento a la franquicia. Esperamos que las nuevas entregas de The Matrix sigan atrayendo a nuevos actores y es que han pasado más de 15 años desde que se estrenó The Matrix Revolutions, por lo que es vital ver nuevos rostros.
La esencia de las tres primeras entregas sigue intacta y quizá la nostalgia fue demasiado para muchos, pero The Matrix Resurrections tiene aún mucho que ofrecer y el final de la película indica que una quinta entrega encajaría perfecto para el hambre de los fanáticos.
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